FOTOGRAFÍA
FOTOGRAFÍA
FOTOGRAFÍA
FOTOGRAFÍA
Date por bersado es una propuesta de viaje, una invitación a la reflexión. Es la carta de navegación sobre la que cada espectador puede construir su propia ruta, su propio camino alrededor de una de las verdades que sustentan nuestra particular forma de entender el mundo, el beso.
En ella, cada uno de los textos, cada una de las imágenes que la componen constituyen una encrucijada que moverá la emoción y propondrá un nuevo camino.
En Date por bersado el espectador es el verdadero protagonista y el que establece desde la emoción una relación intima con la obra. El tamaño de las mismas, el blanco y negro forzado o el giro que el beso tiene en alguna de ellas junto con las locuciones que las acompañan son una propuesta interactiva que invitan a una mirada diferente.
Date por bersado es una propuesta de viaje, una invitación a la reflexión. Es la carta de navegación sobre la que cada espectador puede construir su propia ruta, su propio camino alrededor de una de las verdades que sustentan nuestra particular forma de entender el mundo, el beso.
En ella, cada uno de los textos, cada una de las imágenes que la componen constituyen una encrucijada que moverá la emoción y propondrá un nuevo camino.
En Date por bersado el espectador es el verdadero protagonista y el que establece desde la emoción una relación intima con la obra. El tamaño de las mismas, el blanco y negro forzado o el giro que el beso tiene en alguna de ellas junto con las locuciones que las acompañan son una propuesta interactiva que invitan a una mirada diferente.
Date por bersado es una propuesta de viaje, una invitación a la reflexión. Es la carta de navegación sobre la que cada espectador puede construir su propia ruta, su propio camino alrededor de una de las verdades que sustentan nuestra particular forma de entender el mundo, el beso.
En ella, cada uno de los textos, cada una de las imágenes que la componen constituyen una encrucijada que moverá la emoción y propondrá un nuevo camino.
En Date por bersado el espectador es el verdadero protagonista y el que establece desde la emoción una relación intima con la obra. El tamaño de las mismas, el blanco y negro forzado o el giro que el beso tiene en alguna de ellas junto con las locuciones que las acompañan son una propuesta interactiva que invitan a una mirada diferente.